Historia de la diversidad en los videojuegos

[Este artículo fue publicado originalmente en The New Gay Times]

Birdo gif

Cuando jugaba el primer Street Fighter II de niño me gustaba elegir a Chun-Li, la única mujer seleccionable. Creo que me sentía atraído o identificado con su feminidad, que contrastaba con los otros personajes hipermasculinos. Derrotar a un oponente con ella me hacía sentir poderoso sin necesidad de ser “macho” para poder ganar una pelea. Para personas LGBTQI+, sobre todo jóvenes, puede ser muy valioso explorar y reconocer facetas de uno mismo de manera segura y divertida, por lo que este medio se convierte inconscientemente en un escape de la realidad. A través de los años he observado un incremento en personajes femeninos y luego LGBTQI+ en una amplia variedad de géneros, pero así como en el cine y la televisión, la historia queer de los videojuegos— hoy en día una de las industrias más lucrativas — también alberga estereotipos negativos y controversias que reflejan los valores de la época y de sus creadores.
Street Fighter II
En 1991 poder elegir una mujer se consideraba diversidad.

Los videojuegos como medio audiovisual y artístico tiene como característica principal la interactividad. Inconscientemente se crea un roleplay donde tu personaje principal es tu avatar; tú eres Mario rescatando a la princesa o Chun-Li peleando contra Ryu. Como un medio relativamente joven y enfocado a niños y hombres heterosexuales, las narrativas y personajes principales de los 80 y 90 solían ser hombres straight y solo en pocos casos controlarías a una mujer. La sexualidad o identidad de género diversa serían prácticamente inexistentes, aunque sí existen algunos ejemplos que valen la pena destacar.

Los primeros personajes LGBTQI+ eran personajes no jugables o NPCs (por sus siglas en inglés non playable characters). Super Mario Bros. 2 (1988) no solo fue el primer juego de esta serie donde podías jugar con Peach, con su inigualable habilidad para flotar en el aire, sino también tenemos uno de los primeros ejemplos de un personaje trans: la criatura dinosaurio rosa con moño rojo llamada Birdo. El manual del juego incluía en la descripción de este enemigo: “Él piensa que es una niña”. Y eso es todo, porque dentro del juego es simplemente un enemigo recurrente más ¡Yay diversidad!

Birdo
Trans icon (¿?)

Poison de Final Fight (1989) es referida explícitamente como newhalf (ニューハーフ), japonés para mujer transgénero, en materiales adicionales al juego y fue censurada en la versión de SNES. La compañía Capcom ha dado declaraciones contradictorias a través del tiempo y ha preferido dejar abierto a interpretación si es mujer cis o trans. Independientemente de eso, esta chica hípersexualizada de cabello rosa ha sido lo suficientemente popular para hacer el crossover a Street Fighter primero como cameo y después como personaje seleccionable.

Poison SFV
El regreso de Poison en Street Fighter V (2019)

Personajes como Birdo o Poison no intentaban dar alguna declaración política , más bien parecen una novedad o curiosidad para los japoneses, los líderes de la industria durante la época. Dada la relativa inmadurez del medio, las narrativas de la época no estaban interesada en explorar la sexualidad de los personajes; prácticamente todos se consideran heterosexuales por default. Pero con el tiempo los juegos de aventura y RPG, donde la trama y personajes tienen un mayor peso, vieron florecer semillas de diversidad.

El primer caso de un videojuego con una protagonista lesbiana es un juego de aventura point and click para Mac llamado Caper in Castro (1989), donde una detective tenía que encontrar a su amiga drag queen quien ha sido secuestrada. El juego fue creado por una programadora independiente llamada C.M. Ralph, quien distribuyó el juego gratuitamente en California para pedir donaciones para apoyar durante la pandemia del VIH/SIDA. Eventualmente se lanzó una versión comercial que eliminó los temas LGBTQI+ para tener mayor atractivo comercial. Esta importante pieza de historia se puede jugar en línea ahora, pero honestamente podría parecer muy arcaico para los estándares actuales. Tal vez alguien debería hacerle un remake para audiencias modernas.

Debido a que los avances en derechos LGBTQI+ cobran mayor fuerza en occidente rumbo al nuevo siglo, serán los juegos americanos y europeos los pioneros en inclusión. Los japoneses también añadirían más diversidad pero generalmente sin intenciones explícitas de fomentar la diversidad misma, siendo muy políticamente incorrectos para las sensibilidades americanas, como el personaje de Ash de Streets of Rage 3 (1994) que fue eliminado para la versión que llegó a nuestro continente.

Ash Streets of Rage
Así se pensaba que corrían

Es en PC donde surgen los ejemplos más “maduros” de la época como en The Orion Conspiracy (1995) donde una relación gay es parte principal del a trama o Fallout 2 (1998) donde se lleva a cabo una boda lésbica. El primer juego de The Sims (2000) dio grandes pasos hacia adelante al permitir crear tus propios personajes llamados Sims con la libertad de relacionarse con otros Sims del mismo sexo. En la cuarta y más reciente entrega de la serie de 2014, las parejas homosexuales pueden casarse e incluso adoptar, sin que sea esto jamás sea algo mal visto por otros NPCs. ¡Si tan solo el mundo real fuera así de ideal!

The Sims
El amor triunfa en The Sims

Con el avance de las gráficas y sofisticación narrativa de los videojuegos, el lenguaje audiovisual del cine sería utilizado por los creadores para presentar cutscenes que avancen la historia, incluyendo escenas románticas y sexuales. Aunque no son tan comunes, tal vez por lo awkward que se percibe, el estudio canadiense Bioware sería uno de los primeros en intentarlo. Sus series RPG Mass Effect (2007) y Dragon Age (2009) dan al personaje principal la oportunidad de crear relaciones románticas con otros NPCs, incluyendo la posibilidad de tener sexo. Aunque pueden parecer muy burdas y acartonadas ahora, la mera existencia y reconocimiento de estas opciones románticas manda un claro mensaje de que los grandes estudios están haciendo esfuerzos por atraer a una audiencia LGBTQI+ a pesar de la renuencia de las audiencias conservadoras. Cabe destacar que hay una prevalencia marcada de mujeres lesbianas o bisexuales. ¿Será que las audiencias aceptan más fácilmente a dos mujeres juntas que a dos hombres? ¿O tal vez será un reflejo de la poca diversidad de los mismos creadores?


El post-apocalíptico The Last of Us (2013) de Naughty Dog— considerado por muchos el mejor juego de ese año— presenta a Ellie, de catorce años, al frente de la trama junto al protagonista Joel. Gracias a un buen guión y actuación de voz, ella se convierte en un personaje sumamente entrañable. La orientación sexual de ella no es explícita hasta el DLC (contenido descargable) llamado Left Behind, donde presenciamos de manera tierna y sin prejuicios su primer enamoramiento con una amiga, que lamentablemente termina en tragedia.

Ellie kiss The Last of Us II

Lo notable de The Last of Us es que Ellie, así como otro personaje secundario gay llamado Bill, prueban que la orientación es solo un ingrediente más para construir un personaje interesante y tridimensional. Las audiencias —en teoría— aceptarán un personaje mientras esté bien escrito y puedas empatizar con ella o él. Si el gameplay es bueno, será un éxito seguramente. Para la secuela The Last of Us Part II (2020), Ellie es ahora la protagonista, dejando claro que hoy en día un personaje LGBTQI+ puede ser protagonista de uno de los juegos más populares y reconocidos de los últimos tiempos.

Incluso en juegos considerados comúnmente como machistas puede existir representación significativa. Grand Theft Auto ha sido objeto de crítica a través de los años, particularmente por su manejo de violencia hacia las mujeres y estereotipos racistas y homofóbicos. A pesar de esta fama, el DLC de la cuarta entrega llamado The Ballad of Gay Tony (2009) presenta al personaje de Gay Tony como central en la trama, y debe ser protegido por el personaje elegible llamado Luis Fernando López. La historia explora y critica aspectos turbios de la vida social nocturna de Liberty City, un Nueva York ficticio, donde Tony es dueño de un club famoso y se presenta como poderoso y alejado de estereotipos, siendo un personaje con muchos defectos, sin que la homosexualidad se interprete como uno de ellos.

GTA Gay Tony
Hasta los juegos más hetero se esfuerzan a veces

Los juegos japoneses modernos no han sido tan atinados en su inclusión, habiendo menos ejemplos al respecto. En The Legend of Zelda: Breath of the Wild (2017), hay un evento obligatorio donde Link debe vestirse de mujer para entrar en una ciudad habitada solamente por mujeres. El personaje que le otorga al protagonista el disfraz se revela a manera de chiste que es realmente un “hombre vestido de mujer”. El juego es una obra maestra moderna, sin embargo este momento causó incomodidad y controversia con la comunidad trans por su insidioso mensaje, aunque por otro lado otorga a Link un atuendo femenino que puede utilizar en cualquier momento del juego.


Tal vez sin quererlo, es a través de la estética que los juegos japoneses conectan con las sensibilidades queer; los diseños de personajes masculinos algunas veces se inclinan hacia la androginia o feminidad con atuendos extravagantes y rostros con rasgos delicados. Héroes como Link de la serie The Legend of Zelda o Cloud de Final Fantasy VII (1997) han tenido una respuesta muy positiva por parte de lo gamers de todo el mundo, sobre todo el público femenino. Para nuestros estándares de occidente, los japoneses deconstruyen la masculinidad y demuestran que la sexualidad no está necesariamente ligada a la apariencia.

Vaan FFXII
Vaan de Final Fantasy XII (2006) no es gay, hasta donde sabemos.

Sin duda la escena de los juegos indie es donde últimamente ha habido una explosión de temáticas LGBTQI+. Esto se debe a que los equipos de trabajo son más reducidos (¡a veces de solo una persona!) y los creadores tienen mayor libertad creativa. Life is Strange, Go Home, Night in the Woods, Stardew Valley, Undertale, Dream Daddy, Butterfly Soup; estos son solo algunos ejemplos de títulos con personajes diversos que sería impensable que existieran hace 30 años.

Gracias a la madurez de la industria ahora podemos jugar a tener citas con daddies en el Nintendo Switch descargando Dream Daddy. Este juego independiente fue un éxito cuando apareció para PC en 2017, no solo con personas LGBTQI+, sino también con heterosexuales. El concepto era tan novedoso y bienintencionado que invitaba a cualquiera a jugarlo.

Dream Daddy

El RPG de culto Undertale (2015), tan popular que ha logrado tener referencias en Smash Bros. Ultimate, se ha ganado muchos seguidores gaymers por su manejo casual del romanticismo entre géneros. El personaje principal Frisk, andrógino por diseño, puede tener varias divertidas citas con otros personajes masculinos y femeninos. También, tomando las decisiones adecuadas, puedes ver la tierna historia de la guerrera Undyne y la científica Alphys, quienes a pesar de ser muy diferentes confiesan su amor y terminan sellando su relación con un beso de lo más cute. Todo esto se trata con tanta normalidad y de forma tan casual, sin que sea la gran cosa, lo que ayuda a que la inclusión no se sienta “forzada”.

Awwww, tanta ternura en tan pocos pixeles

Los videojuegos además de ser entretenimiento pueden ser experiencias formativas para la gente joven que apenas está definiendo sus gustos y personalidad. La libertad de expresión de género en juegos como en el más reciente Animal Crossing y los personajes e historias LGBTQI+ como los de The Last of Us son un gran logro para el medio, pues además de ofrecer mayor representación para grupos minoritarios, fomentan la empatía y normalización de la diversidad. Ahora que la generación que creció jugando videojuegos es la que los produce, estoy seguro que veremos más y mejores historias, con personajes que reflejen más dignamente a quienes tienen el control en sus manos. El futuro gaymer se ve muy prometedor.

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